viernes, 8 de febrero de 2013

Las energías renovables en los medios de transporte

Por Álvaro Silva

Alrededor de un cuarto del consumo de energía del mundo se utiliza en transporte. Autos, camiones, buses, trenes, barcos y aviones a diario queman petróleo o uno de sus derivados para poder funcionar. Y esta quema causa contaminación ambiental en las ciudades y propicia el calentamiento global.
Es un poco difícil imaginar que nuestros medios de transporte funcionaran de otra manera, pero nuevas tecnologías ya se están implementando para reemplazar los combustibles fósiles en los medios de transporte y así poder movilizarnos con energía limpia.

Una de éstas tecnologías es la electricidad. En un principio entraron al mercado los

autos híbridos, como el Toyota Prius, que utilizan tanto gasolina como electricidad, pero ya existen autos 100% eléctricos, como el Nissan Leaf o el Mitsubishi Miev.
Estos autos son una opción a los de combustión interna, pero en la actualidad tienen el problema de que son muy caros, principalmente por el alto costo de las baterías.
Existen también autos eléctricos que funcionan 100% con energía solar, y se hacen carreras a nivel nacional (Carrera Solar) y a nivel internacional (World Solar Challenge) donde éstos compiten. Si bien estos autos no están hechos para transportar familias o el uso en ciudad, su desarrollo ha servido para llevar el uso de nuevas tecnologías al transporte, por ejemplo el uso de materiales livianos, que ayudan a consumir menos energía, y el uso de paneles solares que en un futuro podría también ser usado en autos ayudando a la carga de las baterías.


Tranvía de Barcelona
Pero no sólo hay autos eléctricos, sino que la electricidad también se utiliza en el transporte público. Hay buses eléctricos en varias ciudades de Europa que usan baterías, pero también hay otros medios de transporte que no las necesitan debido a que están conectados todo el tiempo al sistema de distribución de energía y por lo tanto no necesitan guardar energía. Estos son el metro, los trenes, los tranvías y los trolebuses (como los de Valparaíso).

Si bien el uso de electricidad no es una garantía de que no se utilicen combustibles fósiles (ya que esto dependerá de la composición de la matriz energética del país), la electricidad da la posibilidad de que se utilicen en menor medida, y que en un futuro se dejen de utilizar. Por ejemplo la compañía de trenes de Alemania, Deutsche Bahn, utiliza actualmente un 20% de energías renovables en sus trenes y piensan aumentarlo paulatinamente hasta utilizar un 100% para el 2050 (fuente).


Otra tecnología utilizada en el transporte son los biocombustibles, como el bioetanol y el biodiésel. El primero se obtiene a partir de la fermentación de azúcares como la caña de azúcar o el trigo y el segundo de aceites vegetales provenientes del girasol, soja u otros, pero también hay vehículos que usan aceite de cocina. En este enlace se puede ver una camioneta que usa aceite de canola para andar y en este una eco-micro que recorre Chile utilizando aceite de cocina usado y entregando educación ambiental.



Tabla de precios de combustibles
 de una  bencinera brasileña
Un país líder en biocombustibles, especialmente bioetanol, es Brasil. Lleva más de 30 años desarrollando e implementando esta tecnología. Hoy en día la gasolina que se vende en Brasil es mezclada con un 25% de bioetanol y un 70% de los autos que se venden son "Flex". Los autos Flex pueden andar tanto con gasolina, bioetanol o una mezcla de ambos (fuente). De esta manera los automovilistas pueden comprar el combustible que deseen.

Una de las ventajas de los biocombustibles es que su producción en países como Brasil es competitiva con un precio del petróleo de US$50 el barril, lo que es barato (fuente).

Pero lamentablemente no todos los países tienen las favorables condiciones de Brasil (mucho espacio arable y clima tropical), por lo que en lugares con poco espacio arable los biocombustibles podrían llegar a competir con los alimentos por la tierra, resultando probablemente en una subida del precio de los alimentos. Es por esto, que el Comité para el Cambio Climático del Reino Unido piensa que "dado el escaso suministro de bioenergía, ésta debería ser utilizada en sectores donde las alternativas para la descarbonización sean limitadas, por ejemplo en la aviación e industria, a diferencia del transporte terrestre, donde la descarbonización a través de la electrificación es técnica y económicamente más viable" (fuente).

Y los aviones ya han empezado a utilizar biocombustibles. El 2011, un avión de carga Boeing 747-8 hizo el primer viaje transatlántico utilizando una mezcla de 15% biocombustible hecho a partir de camelina y un 85% con kerosene normal (ver más). Además ya se han empezado a hacer viajes comerciales con mezcla de biocombustibles y kerosene.

Otro hecho importante relacionado con la aviación y las energías renovables es el avión solar Solar Impulse, que ha logrado viajar de día y de noche (un viaje de 26 horas) sin combustible. Si bien, el avión no es de carga, esto si muestra que la energía solar se puede integrar a los aviones, y que en un futuro esta tecnología podría complementar a otras en la aviación.


En la navegación no hay tantos avances en energías renovables. Hay botes que son motorizados en un 100% con energía solar (ver algunos), y además existen barcos y submarinos que utilizan energía nuclear, pero sólo se han creado con fines bélicos debido a que los altos costos impiden su producción para comercializarlos. Y si bien estos no emiten gases de efecto invernadero, no utilizan un tipo de energía limpia ni renovable.
Auto, que en su maleta tiene tanques de gas natural

Otros combustibles que se están empezando a utilizar más son el gas licuado de petróleo (GLP) y el gas natural (metano). En Chile hay taxis colectivos que usan GLP y en Italia se ven autos que usan metano. Si bien estos combustibles también son fósiles, éstos son más baratos que la gasolina y diésel y contaminan menos, por lo que es muy probable formarán parte de la transición de combustibles fósiles a energías renovables en el transporte.

Las nuevas tecnologías no son las únicas que ayudarán a dejar de lado los combustibles fósiles. Los cambios en los hábitos y las decisiones políticas que propician el cambio también juegan un rol importante.

Los hábitos que se deben adquirir son entre otro, el uso de la bicicleta, la compra de autos que gasten menos y el uso compartido estos. Existen páginas web como Nos fuimos y A-Dedo que nos permiten coordinar el uso compartido de autos.
Por el lado de las decisiones políticas tenemos la construcción de ciclovías, la promoción de autos que contaminen menos (como el nuevo etiquetado de eficiencia energética de los autos en Chile), el desarrollo de un sistema de transporte público de calidad (y que incluya el uso de energías limpias), entre otras.

En Chile desde hace tiempo se ha estado discutiendo una ley sobre energías renovables no convencionales (ERNC) llamada "Ley 20/20". Esta ley pretende tener un 20% de ERNC al 2020, pero sólo considera la electricidad, y no la inclusión de este tipo de energías en ámbitos igual de importantes que la electricidad, como los medios de transporte y la calefacción. Es de esperar que esta ley se promulgue pronto y que para una próxima discusión se incluya también el transporte y la calefacción. 

Hoy en día hay varias opciones a los combustibles fósiles, pero todavía no existen todas las soluciones necesarias. Es por eso que es importante que países como Chile aporten tanto en la creación de soluciones como en la implementación de las tecnologías ya existentes. Sólo así podemos descontaminar nuestras ciudades, evitar enfermedades y tratar de desacelerar el calentamiento global.